El ojo vago

Dale fuego a un hombre y estará caliente un día, pero préndele fuego y estará caliente el resto de su vida. Terry Pratchett

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Lugar: Villava, Navarra, Spain

2.10.10

Reir y pensar V (Ignobel 2010)

El otro día se entregaron los premios Ignobel y, como todos los años -casi lo único del año, lo sé-, aquí os pongo la relación de los premiados. De nuevo, tenemos de todo:

- INGENIERÍA: K. Acevedo-Whitehouse y A. Rocha-Gosselin, de la Sociedad Zoológica de Londres, por perfeccionar un método para recoger moco de ballena usando un helicóptero por control remoto.

- MEDICINA: S. Rietveld, de la Universidad de Amsterdam, e I. Van Beest, de la Universidad de Tilburg, por descubrir que los síntomas del asma pueden tratarse montando en la montaña rusa.

- LOGÍSTICA: Toshiyuki Nakagaki, Atsushi Tero, Seiji Takagi, Tetsu Saigusa, Kentaro Ito, Kenji Yumiki y Ryo Kobayashi, de Japón, y Dan Bebber y Mark Fricker del Reino Unido, por determinar las mejores rutas para las vías del tren usando moho. [Hay que decir que son los mismos que ganaron otro ignobel hace dos años con el mismo moho -mucilaginoso-, que en aquella ocasión logró salir de un laberinto. Bastante rentable les ha salido el moho ese]

- FÍSICA: Lianne Parkin, Sheila Williams, y Patricia Priest de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, por demostrar que la gente resbala y cae mucho menos en caminos helados si se pone los calcetines por encima de los zapatos. [No dicen nada de cómo quedan los pobres calcetines después del experimento]

- PAZ: Richard Stephens, John Atkins, y Andrew Kingston, de la Universidad de Keele, Reino Unido, por confirmar la tan arraigada creencia de que jurar alivia el dolor. [Y es que no hay nada como poner a parir a todo lo que se mueve cuando te das un golpe]

- SALUD PÚBLICA: Manuel Barbeito, Charles Mathews, y Larry Taylor de la Oficina de Salud y Seguridad Industrial de Fort Detrick (Maryland), por determinar -con experimentos- que los microbios se agarran a los científicos barbudos. [Los riesgos de los hombres con barba en laboratorios microbiológicos se titula su ensayo. Y encima el tío no pudo asistir a la ceremonia por problemas de salud. ¿Algún microbio en su barba?]

- ECONOMÍA: los ejecutivos y directivos de Goldman Sachs, AIG, Lehman Brothers, Bear Sterns, Merril Lynch y Magnetar por crear y promover nuevas formas de invertir dinero; formas que maximizan las ganancias y disminuyen los riesgos de la economía mundial (o de una parte de ella al menos). [Nadie asistió a la ceremonia]

- QUÍMICA: Eric Adams del MIT, S. Socolofsky de la Universidad de Texas, S. Masutani de la Universidad de Hawai y British Petroleum, por demostrar que no es cierta la vieja creencia de que el aceite y el agua no se pueden mezclar. [Éstos si que asistieron -los científicos; los de BP no-]

- ADMINISTRACIÓN: A. Pluchino, A. Rapisarda y C. Garofalo de la Universidad de Catania (Italia), por demostrar matemáticamente que los ascensos al azar hacen más eficientes las organizaciones. [Eso explica muchas cosas]

- BIOLOGÍA: L. Zhang, Min Tan, G. Zhu J. Ye, T. Hong, S. Zhou y S. Zhang de China y G. Jones de la Universidad de Bristol, por documentar científicamente que los murciélagos de la fruta practican felaciones. [El título de su libro puede provocar equívocos: La felación de los murciélagos de la fruta prolonga el tiempo de la cópula. Más de un degenerado estará ya buscando un murciélago]


15.3.10

And the Oscar goes to...

Venga, que no se diga. Una actualización por semana. A este paso me voy a volver un pelma. Aunque advierto que mi ordenador se está volviendo loco y es posible que pronto deje de funcionar.
Pero a lo que había yo venido: resulta que estuve viendo la ceremonia de los Oscar. Y no era uno de esos degenerados que esperan en la alfombra roja cuando pasa su actriz favorita, no. En primera fila estaba, recogiendo las lágrimas de los perdedores.
Resulta que la noche de la ceremonia no podía dormir, así que me puse la radio. Los programas deportivos suelen ser mano de santo, ya que sólo hablan del Madrid y del Barça y no me interesa mucho (en este caso, estaban calculando matemáticamente cuántos chicharros le iban a caer al Olimpique). Aún así, no me dormí. Pero he aquí que comenzó la entrega de premios y encontré una cadena que la retransmitía. Durante un rato seguí igual, pero después de una hora (escuché el merecido Óscar al nazi de Malditos bastardos, el de vestuario a Star Trek y algún otro premio menor) empecé a cerrar los ojos y la mente. No así los oídos, que seguían funcionando. Eso, sumado a la magia del cine -que no sólo actúa si pagas entrada, por lo visto-, hizo que en mis sueños siguiera escuchando la retransmisión: así que contemplé a Sandra Bullock (mejor y peor actriz del año en 24 horas, todo un record) con su vestido plateado, a Ben Stiller disfrazado de Na'vi... Soñé que estaba tirado en mi sofá viendo a James Cameron contemplar con envidia a su ex-mujer; que estaba en un bar tomando una Optimo Bruno tomando con el tío que dobla a Martin Lawrence (que estaba en la emisora esa haciendo comentarios)... Y lo mejor fue cuando vi en directo, y en primera fila de butacas, la entrega a la mejor película extranjera: ahí estaba Almodóvar, ahí estaba Tarantino (con el mismo traje que en Reservoir dogs: al menos no lo soñé con la camisa de flores de Pulp Fiction). Ahí saltó la sorpresa y ahí se torció mi sueño. Como no tengo ni idea de cómo es el Campanella ese, se convirtió todo en una parodia de Muchachada Nui. Las caras de Tarantino y Almodóvar se convirtieron en caretas (cosa que no conjuntaba mal con sus bromas de "me molan tus pelis pero no entiendo ni papa", por cierto), las butacas se convirtieron en mesas de café y yo aproveché y me fui a pedir un cubata a la barra mientras al ganador le cortaban el discurso porque se pasaba de tiempo. Quizá si hubiera ganado La cinta blanca hubiera sido todo más glamouroso, pero el cubata estaba rico hasta que se me cayó por el sofá en el que estaba viendo como En tierra hostil se llevaba el último Oscar. El único premio que no llegué a escuchar fue el de mejor actor (supongo que en ese momento estaría en la barra hablando con el camarero y se me escapó, pero es que había barra libre).
Esa noche calculo que dormí una hora o dos -siendo generosos- pero, teniendo en cuenta que no tengo previsto acudir al teatro Kodak en esta vida (a no ser que Escarlata Johansson se dé cuenta de que soy el hombre de su vida), mereció la pena.

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10.3.10

Like a Virgin

No os quejaréis, que sólo hace tres meses desde mi última actualización. Y esta vez no pienso poner ningún video ni ninguna foto: sólo texto y más texto. Palabras, palabras, palabras. Si se me ocurren, claro: si no, repetiré unas cuantas varias veces para llenar espacio y ya está.
Estaba yo leyendo el periódico cuando me he encontrado dos noticias (más o menos) religiosas: una habla de fútbol y otra de prostíbulos, y en ninguna hay ningún cura.

De la primera quizá hayáis oído algo. No, no tiene que ver con el Madrid (mientras esto escribo, acaba de finalizar su partido con el Olimpique). Se trata de que, en Italia, un juez ha emprendido una cruzada contra las blasfemias en el Calcio. Así, un árbitro puede expulsarte del campo por tomar el nombre de Dios en vano, evitando de paso tu expulsión del paraíso. Lo mismo si te oye uno de los linieres o el 4º árbitro, que irán en plan colegio (tapándose la boca con la mano y con cara de vergüenza) a chivarse de que fulanito ha dicho una palabrota. Y aún peor: si el juez y/o alguno de sus acólitos te ve jurar en la tele, también te puede caer un partido aunque el árbitro no te haya pillado. Ya veis: la tele no sirve para anular goles en fuera de juego o penaltis injustos pero sí para eso.
Ya han caído unos cuantos y a ellos no les ha hecho mucha gracia la cosa, así que ya están buscando formas de librarse. Lo más socorrido es decir que son muy religiosos y jamás blasfeman, que lo que habían dicho es "mecagüen sos" o "ostras". Traducido al italiano, por supuesto: uno se libró porque la expresión que dijo haber usado era veneciana y el juez de la tele era de esa zona y la conocía. Pero si usas una expresión de tu tierra y el juez no sabe de qué va te puedes ir preparando. Leo también que un jugador ha contratado a una sordomuda experta en la lectura de labios para demostrar que no había mentado a Dios.
En la liga española, como somos más papistas que el Papa (bien traído, ¿eh?), prohibirán no sólo las blasfemias sino cualquier expresión malsonante. Los partidos de fútbol terminarán siendo 22 Flanders pidiendo disculpitas cada vez que hagan una falta, como si lo viera. La verdad es que, cuando estás cabreado, decir "córcholis" no desahoga mucho. Ahora mismo me imagino a Stoichkov en sus buenos tiempos mandando a la porra a Andújar Oliver (o cualquier árbitro de los de antes; no los metrosexuales de ahora) y Andújar sacudiendo la cabeza sin poder aguantar la risa.

La segunda noticia nos lleva más lejos, a Glasgow (Escocia). En un monasterio por la zona, vive tranquilamente una monja de 55 años que se dedica -supongo, eso no lo pone- a rezar y preparar dulces (o whisky: en Escocia vete tú a saber). Hasta que llegaron unos señores con pinta de abogados que le dijeron que su madre había muerto. Ella, que siempre había sido hija de Dios, pues creció en un orfanato, preguntó de qué estaban hablando: los abogados le explicaron que, hacía medio siglo, su madre la dejó allí en adopción porque era artista en un circo itinerante que actuó -entre otros países europeos- en Escocia. Más tarde, se estableció en Austria y acabó muriendo sin marido ni descendientes, así que consultaron a un experto en genealogía para encontrar a alguien y ella resultó ser la única heredera.
'Vaya', se dijo la monja, 'mira tú por dónde. ¿Sería mi madre la mujer barbuda? ¿La Princesa Pitón? ¿Una payasa? ¿Equilibrista?'
En realidad eso es lo que me preguntaría yo. No tengo ni idea de qué es lo que preguntó la monja ni qué puesto ocupaba su madre en el circo (aunque con el resto de la noticia os lo podéis imaginar). Ni siquiera dicen si se sabe algo del padre. Lo que sí le dijeron a la monja es que lo que había heredado era la participación de su madre en un floreciente negocio en Austria. Y -el destino a veces también hace chistes- el negocio resultó ser un prostíbulo.
La monja al menos fue consecuente con su fe: vendió su parte y donó el dinero a un proyecto humanitario (ni siquiera lo usó para su convento), desentendiéndose del legado de su madre. Supongo que los clientes habituales le agradecerán que no se presentara allí a hacer de madame. Y hay que decir que le honra haber rechazado la herencia (no todos los religiosos serían capaces de hacerlo).

Adiós, adios, adiós. En unos tres meses tendréis noticias mías, supongo.

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30.12.09

En el nombre del padre

A principios del siglo pasado, nació un niñito en mi pueblo. Bueno, nacieron muchos (mi abuelo, por ejemplo), pero para esta historia sólo nos interesa uno, que nació con problemas y por el que nadie daba una ochena (en aquellos tiempos un duro era una fortuna, así que no se daba uno por nadie). Desde luego nació en su casa y no en un hospital, lo que complicaba más aún su supervivencia.
En aquellos tiempos existía un lugar llamado limbo, que era a donde iban los bebés que morían antes de ser bautizados. No estaban tan mal como los condenados al infierno, pero tampoco tan bien como los premiados con el cielo, así que sus padres llamaron al cura. Hoy día quizá no se hubieran dado tanta prisa, pues la Iglesia no tiene muy claro que haya un limbo (nunca fue dogma de fe que lo hubiera) y deja una puerta abierta a la esperanza de la salvación de los bebés muertos. De hecho, hoy en día muy católico hay que ser para llamar a un cura y no a un médico -o a un abogado- pero, como digo, eran otros tiempos y, aunque aún no mandaba Franco, la gente se tomaba muy en serio esas cosas.
Como mi pueblo es bastante pequeño, calculo yo que el cura tardó entre cinco y diez minutos en coger su kit para emergencias teológicas y bajar a la casa a tiempo para bautizar al niño. Lo encontró con vida, lo remojó y le puso un nombre. Como era el día de la Asunción (si alguien creía que esta era una historia navideña se equivocaba: es el 15 de agosto, así que nada de nieve) y tenía prisa le puso por nombre Asunción.
Milagrosamente -esto no pretende ser un debate sobre creencias: que cada uno piense lo que más le guste-, el niño sobrevivió. ¡Y de qué manera! Yo lo conocí y pasó de los noventa años. Un poco más de lo que la gente esperaba, seguro. Pero, claro, tuvo que cargar con el nombre toda la vida. Y no es que Asunción fuera un nombre raro en aquel entonces, no: había montones de Asunciones. El problema es que todas eran mujeres.
A mí no me sonaba extraño, porque no conocí a ninguna Asunción y siempre lo vi normal. De hecho, cuando oía la canción esa del vino de Asunción (ni es blanco, ni es tinto ni tiene color) me imaginaba a un tipo poniendo vasos de agua tras la barra de un bar. Con el paso del tiempo, llegué a la conclusión de que sería un nombre de esos que sirven por igual para los dos sexos y provocan tronchantes consecuencias en las películas americanas.
Descubrí que no hace unas semanas, cenando en la sociedad del pueblo, cuando alguien preguntó y el hijo de Asunción contó esa curiosa historia. Iba a dejarla para después de Navidad, pero he pensado que mejor lo subo hoy y así aprovecho y felicito las fiestas a todos. Como regalo, para que no os quejéis, os dejo un video de un villancico. Hala, hala, todos a cantar.

Por cierto, mi propósito para el 2010 vuelve a ser actualizar esto más a menudo. A ver si este año lo cumplo de verdad (¿algún voluntario para apuntarme con una pistola una vez a la semana?). Feliz año y no os atragantéis con las uvas por mirar a Belén Esteban.

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24.10.09

Eduardo Manostijeras

Anochece. Un tipo pasea por la calle. Podría pensarse que es un espía: lleva una gabardina marrón y un sombrero calado hasta las cejas, y camina fijándose en si alguien le reconoce. Otros pensarían que es un exhibicionista buscando un grupo de colegialas, pues parece saber a dónde se dirige.
Ninguno acertaría, pero todos tendrían algo de razón. Al fin, el hombre llega a su destino, una sala X. Observa la cartelera, decidiendo qué película va a entrar a ver: Piratas 2, El fontanero, su mujer y otras cosas de meter... Por fin, su mirada se detiene en una. No le suena el nombre, pero es la sexta parte de una saga. Si han hecho seis, piensa, seguro que es cojonuda. Así que coge una entrada y va en busca de su butaca.
Una vez allí se quita la gabardina y el sombrero, saca un paquete de pañuelos y se pone cómodo. Se fija en que hay bastante más gente de lo habitual, sobre todo dieciochoañeros. Hasta hay una chica, que charla animadamente con varios amigos . Vaya, se dice, quizá hasta tengamos suerte y haya espectáculo en vivo si la cosa se calienta. Ya sabía yo que la película iba a ser buena. Aunque la cosa le extraña, porque con esto de internet la gente cada vez ve menos pelis en el cine.
Se apagan las luces y se hace el silencio. Nota algo raro al principio pero se dispone a disfrutar cuando ve aparecer el título en la pantalla: Saw VI.


Esta minihistoria puede parecer una chorrada (y, de hecho, lo es), pero podría llegar a ocurrir. Han dicho estos días que el ministerio ha dado a la película Saw VI la calificación X, por lo que sólo podrá exhibirse en la sala de nuestro amigo de la gabardina. Desgraciadamente para él, no es que haya escenas sexuales, es que consideran que la violencia gratuita y desmesurada que contiene puede malformar las influenciables mentes de nuestros jóvenes.
Además de recordarme tiempos pasados, la noticia ha hecho que mi malformada mente se ponga a pensar. Yo vi la primera película de la saga, la segunda y no recuerdo si la tercera. La cuarta y la quinta seguro que no, porque ya me aburrí. ¿Es la sexta mucho más violenta que las otras cinco? ¿Es mucho más violenta que, digamos, las de Hostel? ¿Van a comenzar a prohibir todas las películas de ese género? ¿La habrían prohibido si fuera española? ¿Y si fuera una serie de Tele 5 para emitir a las 10 de la noche? Me parece que la respuesta es la misma para todas las preguntas: no.
Es muy probable que la película sea un truño y nos hayan hecho un favor, no vayamos a meternos a verla por error, pero no es ese el tema. Anda que no tragan basura peor en la tele esos mismos jóvenes que intentan proteger los guardianes de la moral y las buenas costumbres. Ya puestos, que censuren también las series, los programas del corazón... Y no hablemos de internet. ¿Cuántos menores van a bajarse Saw VI sólo porque es una película prohibida y se la van a dejar a sus compis de clase (como hacíamos en los 90 con la porno del plus)?
En España nos encanta reirnos de lo mojigatos que son en Estados Unidos para estas cosas, pero no vemos la viga en el ojo propio. En esta ocasión han cruzado la línea, pero yo he escuchado toda la vida a gente tratando de decir qué debe ver, leer, escuchar y a qué debe jugar un niño. O, mejor dicho, qué NO debe leer, ver, escuchar... No somos mucho mejores.
Cuando era un enano, se hablaba mucho de los juguetes bélicos. Poco a poco, han ido desapareciendo de las jugueterías las pistolas y escopetas de plástido... Los Playmobil eran piratas, vaqueros, indios y soldados medievales y ahora son bomberos, mecánicos de fórmula 1 y granjeros.
En mi adolescencia me pasé al ordenador y ya se decía que aquello deformaba la mente y, como mal menor, fabricaba gente antisocial apartada de sus semejantes. Los que no se convertían, directamente, en asesinos en serie. De cuando en cuando, aparecía en los telediarios algún juego que ejemplificaba todo aquello (y que rápidamente se convertía en un éxito). Recuerdo con especial cariño el Carmageddon, juego en el que llevabas un coche y tenías que ir atropellando zombis (no gente, como se empeñaban en decir en Antena 3) y que iba a convertir las calles españolas en lugares peligrosos por los que no se podría pasear. Ni que decir tiene que, en cuanto pude, me hice con una copia del juego. Bastante entretenido, por cierto.

Para qué hablar de los juegos de rol, el entretenimiento más vilipendiado de la historia de España desde que Franco dejó de fusilar republicanos. Decir que jugabas al rol era garantía segura de que te miraran mal o, directamente, con miedo.
Si escuchabas música heavy eras un piojoso borracho que adoraba a Satán. Si, por el contrario, escuchabas bakalao, todos los fines de semana te ibas de ruta y te ponías hasta las cejas de todo, o vendías tu cuerpo a cambio de droga.
En fin, que había para todos. Encima, de vez en cuando había algún zumbado que les daba la razón, como el niño de la catana, los asesinos del rol o Paco Pil.
Y la cosa sigue hoy en día: juegos no recomendables, películas demasiado violentas, facebook... Este mundo es un peligro constante para nuestros jóvenes: habría que meterlos en burbujas para protegerlos.
En mi caso, cumplía casi todos los requisitos para convertirme en un amargado que cuenta su vida en un blog. Estoooo... No. Quiero decir para convertirme en un asesino multiple. De niño monté guerrillas con los Playmobil, veía el Pressing Catch, jugué con pistolas, después al Carmageddon y al Doom, escucho heavy metal... Lo único que no hice fue jugar al rol (porque no tuve ocasión, no es que me diera miedo). Y, aunque supongo que no estoy totalmente sano, aún no he matado a nadie, planeado un atraco ni bebido sangre de bebés para desayunar. No soy un tipo violento, paranoico ni nada de eso. Hace años mi trabajo era conducir una furgoneta y ahora vuelve a serlo: aunque oculté en mi curriculum que jugaba al Carmageddon, no he atropellado a ningún ser vivo (no, las palomas no cuentan).
Sin embargo, he visto futbolistas enganchados a la droga, políticos corruptos o pervertidos, asesinos que leían El guardián entre el centeno, gente que mata por un equipo de fútbol... Para mí que de lo que se trata es de imponer un pensamiento único que no cuestione lo que ve en la tele y deje vivir tranquilos a los que manden en ese momento. Que todos y todas canten con Bisbal (pagando el disco, por supuesto, que la piratería es el mayor mal de este mundo), sean del Madrid (o, como mucho, del Barça), voten al PP o al PSOE, jueguen a la oca (el parchís es demasiado violento, tanto comer), usen internet para leer el País y el Marca (que hay gente muy mala en la aldea global) vean cine español y se emborrachen los sábados (pero no haciendo botellón, que molestan).
Eso sí, nada de fumar.

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6.10.09

Reir y pensar IV (Ig nobel 2009)


Un año más, se han entregado los premios Ig nobel a los descubrimientos más estrambóticos del año. Y otro año más, los traigo con retraso (no mucho, pues la entrega de premios fue hace cinco días. Podría ser peor):

- Medicina veterinaria: C. Douglas y P. Rowlinson de la Universidad de Newcastle, por demostrar que las vacas a las que sus dueños han puesto nombre dan más leche que las que no. [Esto ya me lo decía a mí mi abuelo, que no fue a ninguna universidad, pero en fin]

- Paz: S. Bolliger, S. Ross, L. Oesterhelweg, M. Thali y Beat Kneubuehl de la Universidad de Berna (Suiza), por determinar -mediante experimentación- con qué es mejor que te den en la cabeza: con una botella de cerveza llena o vacía. [Mediante experimentación, dicen: ¿irían por la calle sacudiendo botellazos a los transeúntes o, directamente, se metieron a un bar de moteros y le tocaron el culo a la primera rubia que vieron?]

- Economía: los directivos y auditores de cuatro bancos de Islandia, por demostrar que pequeños bancos pueden hacerse grandes rápidamente y viceversa. Y que algo parecido puede pasar con la economía de un país.

- Química: J. Morales, M. Apátiga y V. Castaño, de la Universidad Autónoma de Méjico, por crear diamantes a partir de un líquido (tequila, concretamente). [Qué grandes: si ya digo yo que el alcohol es la solución de todos los males del mundo. Qué fácil sería acabar con la pobreza mediante tequila]

- Medicina: D. Unger, de Thousand Oaks (California) por investigar una posible causa de artritis en los dedos, ya que se sacó las tabas de su mano izquierda todos los días durante sesenta años pero no las de la derecha. [Sesenta años: ¿a qué edad descubrió que la vocación de su vida era sacarse las tabas de la mano izquierda?]

- Física: K. Whitcome de la Universidad de Cincinnati, D. Lieberman de la universidad de Harvard y L. Shapiro de la Universidad de Tejas, por determinar analíticamente por qué las embarazadas no vuelcan. [Cuando lo he leido no he podido evitar pensar en uno de esos muñecos sin patas que los empujas y siempre vuelven a levantarse, gracias a su culo redondo]

- Literatura: el Cuerpo Nacional de Policía de Irlanda, por escribir y presentar más de cincuenta multas al infractor más frecuente del país, Prawo Jazdy, cuyo nombre significa en polaco "carné de conducir". [Acudió a la ceremonia una ciudadana polaca -con su carné de conducir- que expresó sus buenos deseos a la policía irlandesa de parte de todos los polacos de Irlanda]

- Matemáticas: Gideon Gono, director de la Casa de la Moneda de Zimbabwe, por acostumbrar a la gente al uso de un gran rango de números (de muy pequeños a muy grandes), ya que imprime billetes que van desde un centimo (0,1 $) hasta cien trillones de dólares (100000000000000 $). [Si el billete de más valor es de cien trillones, ¿a cuánto equivaldrá el de un céntimo? Seguro que vale más el papel y la tinta]

- Biología: F. Taguchi, S. Guofu, y Z. Guanglei de la universidad Kitasato de Ciencias Médicas de Sagamihara (Japón), por demostrar que se puede reducir en más del 90% los desechos de las cocinas usando una bacteria extraída de las heces de pandas gigantes. [Seguro que han tenido a un montón de becarios recogiendo mierda de Panda para eso. En cualquier caso, yo prefiero fregar: el jabón huele mejor]

- Salud pública: E. Bodnar, R. Lee y S. Marijan -de Chicago-, por inventar un sujetador que, en caso de emergencia, se puede convertir rápidamente en un par de máscaras faciales (una para la dueña y otra para algún peatón cercano que lo necesite).
En la foto se puede ver a la galardonada haciendo una demostración del funcionamiento del invento. Por cierto, los tres hombrecillos que tienen las máscaras puestas (me pregunto quién los llevaría puestos antes) son W. Ketterle, Orhan Pamuk y P. Krugman, premios nóbeles de física, literatura y economía respectivamente.

Y eso ha sido todo por este año. Ya sabéis chicas, si no queréis contagiaros de la gripe A (y de paso salvar a quien más cerca tengáis), los tenéis en varios colores. Lo que no sé es si para las tallas habrá que tener en cuenta las tetas o la cara.

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2.9.09

Lobezno en el país de las maravillas

Como no he tenido vacaciones, en julio y agosto me iba al pueblo directamente al salir de currar, a nadar en el río, jugar a pelota, andar en bici y beber cerveza (no necesariamente por ese orden, y con alguna buena cena de vez en cuando). Eso lo digo sólo como excusa por la falta de noticias: esta vez no sólo ha sido por vagancia. Ahora he vuelto y tengo un poco de síndrome postvacacional. Sin haber estado de vacaciones; hay que joderse.
Esta semana me estoy poniendo al día tras tanto tiempo desconectado (casi no leía ni los periódicos) y me he encontrado dos noticias al menos inquietantes. De hecho, la primera podría significar que el fin del mundo se acerca.

Disney compra Marvel: el Capitán América debe de estar revolviéndose en su tumba (si no ha resucitado durante mi retiro, claro), y eso que era de los superhéroes más moñas. Sólo hay dos resultados posibles: marvelizar el universo disney (Mickey se convertiría en vengador -de los registrados, por supuesto-, Lobezno despedazaría a los Golfos Apandadores, Patapalo se las vería con Spiderman, Ungenio Tarconi tendría inventos para Iron Man... Eso sí: el crossover entre Patomás y el pato Howard no me lo pierdo por nada) o disneyzar el universo marvel (no más muertes -Lobezno y el Castigador se jubilan-, no más superheroínas con poca ropa -te echaré de menos, Hulka-...). En cualquier caso, no hace falta un profeta para prever que el resultado será desastroso. Por no hablar de las películas: la segunda de Lobezno va a ser un musical y la cuarta de Spiderman una comedieta romántica con un par de niños deleznables -aún así será mejor que la tercera-. Stan Lee, qué bajo has caído. Aunque probablemente la culpa sea de la piratería.

- Remake del Monkey Island: pues sí. No contentos con destrozar clásicos del cine, ahora pasamos a los videojuegos. Al menos, parece que sigue siendo una aventura gráfica. De hecho es más o menos igual, con gráficos modernizados (yo prefiero los originales, aunque sean más pequeños) y nueva música (¿para qué?). Y supongo yo que la dificultad se habrá adaptado a los tiempos que corren, quitándole de paso gran parte de la gracia al asunto. Aún así, les doy el beneficio de la duda porque es el Monkey Island. Es un molde lo bastante bueno como para que salga algo pasable (no digo digno del original, ¿eh?) que atraiga gente nueva a las aventuras gráficas.
Buscando cosicas del Monkey he encontrado un video de uno al que hay que regalarle el remake ese, a ver si se le cae la cara de verguenza.

Como veis, no sólo a Intereconomía y Antena 3 se la meten doblada. Pero es que el presentador ese se las trae: mucha pantallita táctil y no sabe ni lo que significa XD. Por no hablar de la clase de persona que hay que ser para pensar que pueda haber alguien que beba queroseno, ácido sulfúrico y tinte nº 2 (y después juegue a los bolos. ¿Este tío no sabe qué es el ácido sulfúrico o qué?). Yo he sido joven y descerebrado y no pasé de la absenta (lol*).
Por otro lado, no debe de ser fácil conseguir ácido de batería. No creo que el mecánico del barrio te dé ácido así como así. Y, de todos modos, a esa receta le faltan ingredientes como glicol propílico -eso sí que es malo-, scumm y peperoni. En fin. ¿Qué sería de los vagos como yo si no salieran estas cosicas de vez en cuando?

* Para quien no lo sepa, lol es un tipo de absenta. Son las siglas de Lisiado O Loco, los dos posibles finales del día si te tomas más de dos tragos e intentas moverte de la silla. Tiene 88º, de ahí que produzca alucinaciones y/o combustión espontánea en el 97% de las ocasiones. Lo siguiente con más gradación es el alcohol de las heridas, pero yo no lo he probado: tengo mis límites.

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