El ojo vago

Dale fuego a un hombre y estará caliente un día, pero préndele fuego y estará caliente el resto de su vida. Terry Pratchett

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Lugar: Villava, Navarra, Spain

7.5.08

Salto al vacío

Cuánto tiempo sin veros. Si es que queda alguien por ahí, recordará que uno de mis bienintencionados propósitos para el 2008 era actualizar esto a menudo. Pero ya se sabe que esas promesas casi nunca se cumplen. He de decir que ya he leído Rayuela y he practicado algo de deporte (incluso he jugado a pádel. Me avergüenzo de mí mismo. No se lo digáis a nadie).
Ya que estamos con deportes, voy a hablar de fútbol. Pero tranquilos, que no diré nada del pasillo culé al Madrid: no podría importarme menos. Lo mío es Osasuna, que estaba al borde del precipicio y hace una hora ha dado un paso adelante. El problema es que no se había girado antes y ahora está sujeto con una sola mano.
Nefasta la temporada de los rojillos, casi todo el tiempo flirteando con el descenso y atravesando su peor racha en los partidos finales. Un cúmulo de circunstancias ha hecho que estén a punto de caer a segunda: en verano se nos fueron varios jugadores importantes (Raúl García, David López, Valdo, Soldado...) y los recambios no han rendido al nivel esperado (sólo Plasil y -a veces- Vela han dado alguna alegría), por falta de acoplamiento, de oportunidades o de calidad. Si a eso le sumamos que el irakí Nekouman se ha perdido toda la temporada por lesión y que Puñal no ha estado muy fino, el resultado es que el centor del campo y la delantera no han funcionado en toda la temporada. Y los partidos no se ganan sólo con la defensa.
Pero es que, además, se han perdido puntos de manera increíble: por canelos (como el que dio la liga al Madrid el domingo), por "errores" arbitrales (el de hoy con el Mallorca o el flagrante penalti y expulsión con el Valencia) o por mala suerte (Osasuna es el equipo que más veces ha golpeado los palos). Desde luego, no pasaría nada si no hubieran regalado tantos partidos jugando horriblemente, pero la suma de todo nos deja así.
El único motivo para la esperanza es que a pesar de jugar mal, tener mala suerte y a los árbitros en contra, estamos sólo a un punto de la salvación. Quedan dos partidos y, aunque difícil, la cosa no es imposible. Aún podemos agarrar algún tobillo, subir para arriba y empujar a otro al vacío.
Así que ánimo, rojillos. Echadle un poco de huevos, que cosas más difíciles se han visto.
¡Aupa Osasuna!

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