El ojo vago

Dale fuego a un hombre y estará caliente un día, pero préndele fuego y estará caliente el resto de su vida. Terry Pratchett

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Lugar: Villava, Navarra, Spain

17.10.06

Mentecátodos

El otro día vi, por primera vez, La hora chanante: es un programa de humor absurdo, iconoclasta y gamberro. Me encantó, claro, aunque algunos de los chistes no tenían gracia o, directamente, ni pies ni cabeza. El problema vino después, cuando salimos a la calle y usamos ese humor en la vida real. Resulta que sólo hace gracia a los chanantes incondicionales: el resto nos miraba como si estuviéramos locos (más que normalmente, me refiero).
Lógicamente, aquello me llevó a preguntarme qué clase de enfermedad mental sufren los creadores del programa. Y, lo que es peor, cómo será una persona que lo vea habitualmente. A uno se le tiene que ir mucho la olla para que se le ocurran cosas tan absurdas y gamberras como Bocasecamán o el pequeño Dios del maíz y sus amables consejos.
Si esto hubiera aparecido en nuestra página (h)amiga El observador inútil, aquí acabaría la entrada. Pero es que su autor es profesor y su meta es hacer pensar a sus lectores. Por eso deja preguntas en el aire, para que cada cual las responda tras reflexionar sobre ello. En mi caso, prefiero darlo todo mascadito para que mis lectores, al ir dándose cuenta de que mi sabiduría es casi infinita, se vayan convirtiendo en discípulos y terminen por enviarme sus posesiones terrenales. Sí, esto lo hago para enriquecerme: soy así de miserable, pero no lo digáis a nadie.
El caso es que, aquella misma noche -con la ayuda del eminente filósofo Facundo Bacardí- elucubré una teoría al respecto: normalmente, ese humor inusual hay que catarlo varias veces antes de que te guste, así que supuse que no era algo totalmente nuevo en mi retorcido cerebro. Tras varias consultas a don Facundo, recordé un programa, casi en los albores de mi vida, al que también podían aplicarse los adjetivos de iconoclasta, gamberro y absurdo. Para quien todavía no lo haya relacionado con el título del post, estoy hablando de La Bola de cristal.
Sí, estoy convencido de que La hora chanante la han hecho aquellos niños cuyos ídolos eran la bruja Avería, Alaska y Pablo Carbonell. Los hijos de la Movida, vamos. Desde luego, cuadra con la edad de los protagonistas y con lo de la mente estropeada. Tiemblo al pensar qué harán dentro de quince años los que ahora ven esto. Y, lo que es peor, qué pasará cuando la generación de los electroduendes llegue al poder ya que, supongo, los habrá que se dediquen a ese tipo de humor (distinto, eso sí) llamado política.
Esas preguntas sí que las dejo en el aire, pues las respuestas podrían ser más aterradoras de lo que estoy dispuesto a escribir aquí (excepto para quienes pertenecemos a esa generación, por supuesto, juajuajua).
¡¡Viva el mal!! ¡¡Viva el capital!!

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7.10.06

Reir y pensar

Cada vez estoy más convencido de que la risa es el motor del mundo. Incluso los más serios salen de vez en cuando con un chiste (generalmente malo, eso sí, pero como hacen uno al año es mejor reirse con ellos). Si no te ríes, ¿qué te queda? Me compadezco de esas personas que están de mal humor permanentemente.
Pues bien, uno de los momentos álgidos para quienes así pensamos es la entrega de los premios Ignobel. En una parodia de los Nobel, se dedican a premiar extraños o absurdos estudios científicos que, como dice su lema, primero te hacen reir y luego pensar. Al contrario que los antioscar, a la ceremonia de los Ignobel suelen acudir los responsables de los trabajos, que no se sienten para nada ofendidos por su premio. Resulta que los científicos tienen más sentido del humor que los actores; qué cosas.
Esta semana ha tenido lugar la ceremonia de entrega de los premios 2006. Como siempre hay gente demasiado vaga para traducirlo -o incluso para seguir el enlace-, me lo curro un poco (todo sea por los visitantes) y lo pongo todo aquí.

Ornitología: Ivan R. Schwab y Philip R.A. May (Universidad de California) por estudiar y explicar por qué los pájaros carpinteros no tienen dolor de cabeza. [Es curioso que el mismo bicho tenga la causa y el remedio de un dolor. Un recuerdo al Pájaro Loco, que siempre ponía dolor de cabeza a sus vecinos, pero picoteándoles]

Nutrición: Wasmia Al-Houty (Universidad de Kuwait) y Faten Al-Mussalam por mostrar que los escarabajos del estiercol son bastante milindrosos. [Quién lo iba a decir. Comen mierda y tienen vicios. Lo siento por los coprófilos, pero no voy a incluir ninguna foto]

Paz: Howard Stapleton por inventar un repelente electromecánico para adolescentes. Se trata de un ruido que pueden escuchar los jóvenes pero no los adultos. Además, usó esa tecnología para crear tonos para el móvil que puedan oir los alumnos pero no el profesor. [Me gustaría probarlo, a ver si lo oigo y así me siento más joven. O más perro, no sé]

Acústicas: D. Lynn Halpern, Randolph Blake y James Hillenbrand (Universidad de Northwestern) por llevar a cabo experimentos para averiguar por qué a la gente no lo gusta el sonido de unas uñas rascando una pizarra. [Me los imagino rascando la pizarra en clase, ante la mirada asombrada y aterrada de sus alumnos, con la excusa de ser un proyecto científico]

Matemáticas: Nic Svenson y Piers Barnes por calcular el número de fotos que debes tomar para estar (casi) seguro de que en una foto de grupo nadie saldrá con los ojos cerrados. [Es un número demasiado astronómico para incluirlo aquí]

Literatura: Daniel Oppenheimer (Universidad de Princeton) por su informe Consecuencias de la utilización innecesaria de la lengua vernácula erudita: problemas al usar palabras largas sin necesidad. [Pues él no se cortó nada a la hora de titular el informe]

Medicina: Francis M. Fesmire (Universidad de Tennessee) por su informe Fin del hipo intratable mediante un masaje digital en el recto. Fue compartido, porque un israelí -Arie Oliven, de un centro médico de Haifa- publicó otro titulado exactamente igual. [Yo de momento voy a seguir intentándolo con el tradicional método del susto. Ya veré más adelante]

Física: Basile Audoly y Sebastien Neukirch (Universidad Pierre y Marie Curie -París-) por explicar por qué cuando doblas un espagueti seco se suele romper en más de dos trozos. [No vayáis al armario a buscar uno y comprobarlo: ya lo he hecho yo y es cierto]

Química: Antonio Mulet, José Javier Benedito, José Bon (Universidad de Valencia) y Carmen Roselló (Universidad de las Baleares) por su estudio Velocidad ultrasónica en el queso cheddar al verse afectado con la temperatura. [Y los capullos de ellos, en lugar de atender a la ceremonia como todos, enviaron un video. Spain is different]

Biología: Bart J. Knols y Ruurd De Jong (ambos pertenecen a varias universadades europeas que sería tedioso citar aquí) por mostrar que las hembras de los mosquitos de la malaria -Anopheles gambiae- se sienten igual de atraídas por el olor del queso limburger que por el de los pies humanos. [Dependerá del sujeto, digo yo: mis pies no huelen a limburger, huelen a camembert]

Pues eso ha sido todo por este año. Por si no lo sospechabais, lo que va entre corchetes son comentarios míos. El resto esta traducido de la página. Este año los premios han sido muy gastronómicos: quesos, espagueti, estiercol... El 2007 más.

Voy a comer un poco de queso, que se me ha abierto el apetito.

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